El dependiente, aparte de borde, mientras me señalaba los toppings, se comía uno como si nada... todo con las manos... no lo he visto en mi vida.
He ido a comerme un helado y he visto que el dependiente estaba en el banco de al lado comiendo descalzo y tocándose los pies y luego sirviendo a la gente, lógicamente no consumí nada, me parece una vergüenza
Los dependientes no paraban de hablar a gritos y es desagradable que te ignoren.
Poca atencion al cliente, por completo. Espero lo tengan en cuenta al menos en el turno de la tarde (19.23)
Nos ha atendido una persona maravillosa, atenta con la niña y respetuosa con los tiempos que ella precisaba. Super simpática y profesional.