El bar va cuesta abajo y sin frenos, una sombra de lo que fue hace tiempo.
Si hubiese más bares en la redonda poco iría la gente porque el descontento en el barrio es muy generalizado, siendo éste el menos malo. (El Rubik es congeladolandia y el Capricho extremadamente caro y sin terraza)
El servicio está desbordado y no da abasto (1 persona para barra, limpieza, atender y servir).
Así pasa, cada 15 días, camareros nuevos y vuelta a empezar, que al parecer es la nueva tónica del grupo empresarial al que pertenece el velvet.
Los precios... opinad vosotros mismos, hasta los propios camareros los ven abusivos.
I was waiting my turn and the barman ignores me and preferred to Talk to the other men Who arrived after me. Bad service
El servicio muy amable y atento, la comida regular.
El sitio es estupendo pero hay que ser más atentos a la hora de atender más de veinte minutos esperando a que nos atendieran pedimos el café y la camarera hablando con un cliente y los cafés en la cafetera desde luego mi pareja y yo no volveremos más y además no es la primera vez
Nunca había visto a una camarera enfrentarse a un cliente. Un buen servicio no hay que discutirlo, hay que demostrarlo. Una hora de espera sin ser atendidos. Tuve que pasar a la barra a traerme yo las cervezas. Una vergüenza. Ya no hay profesionales de la hostelería.