Mi familia y yo estábamos extrañando nuestra comida peruana y decidimos ir a este restaurante.
Para nuestro pesar fue una mala decisión. La comida no tiene absolutamente nada de sabor peruano.
Pedimos una leche de tigre que literalmente el sabor era de pura leche con gotas de limón, también un ceviche que parecía que le habían agregado agua para que simulara el jugo, la papá a la huancaína salada y ni un poco de sabor del ají amarillo, también pedimos chicharrón de pescado que parecía los que venden en Mercadona fue lo único pasable.
No sé si justo ese dia no estaba el cocinero e hicieron lo que pudieron, pero no sé asemeja ni un poco a la gastronomía tan rica que tiene el Perú.
Vaya decepción, no lo recomiendo.
Hemos pedido 4 platos....los 3 bien pero el ceviche le faltaba sabor.
Un notable
Nos comimos un Arroz Chaufa, que estaba un poco salado, lo comentamos con la camarera y muy amablemente nos prepararon un nuevo plato de Arroz y nos lo cambiaron. Estaba delicioso. Volveremos seguro.
La comida muy buena la atención agradable el local muy limpio y muy cómodo la recomiendo 100 x 100
Pésimo, 3 horas en el restaurante y no fue por comer ni pasar el rato, fue para esperar la comida, incluso tardaron una hora para que trajeran las bebidas. Profesionalidad: Inexistente
El personal ni si quiera presta atención a los clientes, y la comida fría.
Nefasto,
Si queréis perder el tiempo y ser ignorados completamente, os recomiendo venir a desayunar aquí que seguro que recibes el plato para cenar.
Os recomiendo armaros de paciencia, sobre todo si es un día de mucha faena. La profesionalidad del servicio deja mucho que desear, en dos ocasiones con mesa reservada y llegando bien de hora nos quedamos sin comer porque le dieron la mesa a otros clientes! Y sin darnos razón de por qué no teníamos mesa y sin darnos solución alternativa. Muy mala experiencia en ambas ocasiones. Mucha falta de experiencia.
Después de esperar una hora desde que llegué, me sirvieron los entrantes y me quedé con las ganas de comer. Otro desastre hostelero. Su peor enemigo, la fama.