Un sitio encantador y la comida, espectacular (no perdono ni las croquetas de langostinos ni la pizza Regina con mi jarrita de Shandy).
Personal super atento y amable.
Lo único malo, en el salón principal, que cuando se llena, hay mucho ruido ambiente:
con ir entre semana, se soluciona 😄.
Mi pareja y yo pedimos carbonara y pizza y con diferencia las mejores que hemos probado, súper rapido y amables, un 10.