Escribo esta reseña expresamente por la amabilidad y simpatía de Enrique, quien nos animó a completar la encuesta del QR del ticket y con quien departimos unos minutos mientras comíamos. Espero Enrique que la vida te sonría tanto como le sonríes tu a ella. Hablamos precisamente de lo importante que es la educación y la amabilidad, virtudes que derrochas a raudales y de la que carecen tantos. La comida nos fue servida rapidísimamente y el proceso de pedido a través de las pantallas es sencillo y claro.