Un lugar genial desde la mañana hasta la noche, donde puedes desayunar, tomar el vermut o tomarte el mejor mojitto del barrio. Fantástica atencion y limpieza absoluta.
Todo mal. Nos sentamos en la terraza y nos atendieron tarde y mal tanto a nosotros como a las personas de las mesas de al lado. Al que no le faltaba la consumición, le faltaba el hielo, otra persona pidió que le cambiaran el vino por algún motivo... Estabamos todos pasando calor al sol y las sombrillas recogidas en una esquina. Mi cerveza a los 3 minutos parecia caldo. Y el tema de los precios para rematar, 2,50€ una caña y 2.60€ un mosto, juzgar vosotros mismos... He ido varias veces porque vivo al lado y la experiencia siempre fue mala, no voy a volver.
Muy atentos, local muy bonito
Buena ambiente y la atencion muy buena de Carlos
Buen ambiente. Es dog Friendly.