Una amiga y yo hemos almorzado hoy en Casino de Monroy; pasábamos por la carretera de Cáceres y por azar hemos decidido entrar a comer en el pueblo.
Hemos pedido la comida (media de queso, media de solomillo al ajillo, agua, una cerveza 0,0 y dos cafés) y al solicitar la cuenta nos han dicho de manera verbal la cantidad (eran 36 euros) y nos han ofrecido el datáfono para pagarlo.
Al solicitar la cuenta detallada, nos han dado un papel que ponía COMIDAS 36 euros. Hemos vuelto a insistir en que queríamos el desglose de la comida. Han tardado en traerlo y hemos notado desde el principio que nos habrían metido algunos euros de más.
Efectivamente, el dueño nos dijo que finalmente eran 28 euros y nos devolvía en efectivo 6 euros. También hemos tenido que decirle que la vuelta deberían ser 8 euros (36-28 = 8).
Una confusión la tiene cualquier persona, pero hemos notado que al solicitar el desglose no se trataba de una simple confusión al sumar los precios de la carta.
Una pena este trato a forasteras que de casualidad pasan por allí un día a comer.