Bar Cafetería Los Manolos...

Conozco el lugar gracias a que una amiga junto al resto del grupo, han organizado comidas/cenas solidarias. Lo cierto es que tenía una buena impresión. Pero hace unos dias, tuve que pasar con mis sobrinos (en distinto día) por qué necesitaban pasar al aseo. Aunque el primer día no hubo problema, para el segundo dejaron claro que solo está permitido para sus clientes y no me gustaron las formas, de hecho ya no pedí lo que tenía pensado comprar. El trato que des a las personas, sean ya clientes o no, es fundamental cuando trabajas de cara al publico y quieres atraer a más clientes.

Muy rica comida ecuatoriana los trabajadores muy amable y la comida exquisita

Muy bueno todo riquísimas las comidas

La comida está riquísima y el picante espectacular. Y los viernes por la tarde hace la rica tripa miski

Fines de semana. Sobre todo viernes, sábado y domingo, puedes venir a comer comida típica ecuatoriana cualquier hora. El lugar es amplio, cómodo, con capacidad para 70 personas y preparado para celebraciones ya que dispone de proyector y sonido para deportes, videos y demás multimedia. Es un lugar muy muy económico donde puedes venir sin hacer mucho esfuerzo económico, con todas las garantías que ofrece el establecimiento. También ofrecen desayunos entre semana. El picante que preparan es sabroso. Todos los platos son elaborados en el momento. Personalmente es un lugar donde la atención por parte de los propietarios destaca por su humildad, y se ve reforzada por las fuerza ante las dificultades empezando y siendo por golpeados la pandemia.

Me encanta ir a comer en este bar , si quieres probar una comida buena euatoriana , como las tripas , son muy buenas , a demás de sus otros platos , yo recomiendo llamar antes para que no esperes mucho para disfrutar de sus platos típicos , a demás la espera vale la pena , porque se ve que están preparados ese momento que no tiene la comida guardada o preparada días antes , todo llega muy fresco y toda la comida se nota que tiene muy buen sazón , volvemos a comer allí