Soy cliente habitual del bar Txalupa, pero creo que no volveré a entrar. Pido una consumición: un botellín de agua, un rosado y una gilda. Pido la cuenta. El camarero revisa los precios en el monitor y me indica 6,50 euros. Cansado de que nunca me den ticket en este bar, le pido que me lo de. El camarero se molesta algo y me indica que dan ticket solo si el cliente lo pide. Le indico que eso no es legal y que cualquier inspector le puede multar. Parece no estar de acuerdo. A regañadientes vuelve a introducir todos los datos en el monitor e imprime el ticket por una impresora que no está al lado del monitor. No puedo asegurarlo, pero sospecho que habitualmente facturan en negro, salvo que el cliente pida ticket. Por otro lado, la experiencia, muy mala. Un simple vino rosado por dos euros. Y una triste gilda, sin una rebanada de pan, por 2,50 euros. Me parece abusivo. Sin ir mas lejos, pasando la calle, en el bar SPORT, con mucha mas calidad y mejor servicio, 1 euros menos. Bueno, hay que aceptarlo, están en su derecho. Cada uno elije sus sitios y está claro que no volveré a entrar.