Todo lo que tiene de bonito, lo tiene de impresentable. Después de estar toda una semana exigiéndonos puntualidad y cantidades de segundo plato, al llegar allí nos dijeron que no tenían la mitad de lo que habíamos reservado, nos trajeron tarde algunos segundos platos y a la hora de pagar, nos intentaron cambiar el precio del menú. Si vuelvo alguna otra vez es para defecar fuera del WC.
Pd; el vino blanco es malísimo, tengo más resaca que sentimientos.
Estoy comiendo ahora mismo, la sala casi al 80%, deberían darle un plus al único chico que está en la sala, atendiendo, cobrando, recogiendo, y con una sonrisa.
Por cierto, deberían tener algún camarero más.
El resto bien
Saona ha bajado mucho el nivel desde que el propietario vendió todo.
La idea de negocio es excelente pero se la están cargando con la nueva gerencia.
Nada equitativo, en sala, un camarero para 50 comensales, pero no es explotación, es legal (ironía). Traten de cuidar al personal que es quien les da de comer a ustedes señores.
En cocina ya todo de 5ª gama, que no os engañen.
Fuimos un grupo grande un sábado para cenar y el menú de grupo que tienen está muy bien y muy bien de precio. El camarero muy majo también.
Hem anat dues amigues, hem dinat molt bé, tot boníssim i l'Enric ens ha atès molt i molt bé. Tornarem!!!
Los chavales encantadores. Comida buenísima
El local y en especial las mesas necesitan mucha limpieza, la comida fatal, sobre todo los canalones servida en cazuela metálica, con sabor óxido, no tuve suerte, mi marido comio un poco mejor, tanto el camarero como encargado intentaron arreglar la situación con educación, 👏 pero no es suficiente. Falta una cocina con ganas de trabajar con conocimientos y mimo, menos decoración de platos y más elaboración y calidad del producto.
Genial tot, el menjsr molt bo i encara millor el tracte del Enric i en Marc és de matrícula. Ells dos sols per tot el menjador plè i perfecte. Enhorabona també va la cuinera. Per tornar-hi !!!
Miércoles 19 de mayo hemos venido a hacer menú mediodia. Dos chicos jóvenes ENCANTADORES.
Todo estaba buenísimo, especialmente los canelones y la tarta banoffee. El camarero que nos atendió, Enric, muy amable y simpático!