Nefactos camareros a cual peor ....
Excepto la chica de cocina que antes estuvo en terraza .
Una camarera borde mal educada , que no sabía ni dónde estába ( pero se cree superior y no vale para nada )
Gracias a una señora que acabo sirviendos de pelo morena rizado , enhorabuena por tu implicación .
Se de lo que hablo ya que trabajo en el sector .
Ese lugar necesita gente competente y no gente sin educación "" trae pa'ca la carta "
Con gestos en la mano .
Aprende modales para estar cara al público niña
No vuelvo ni loca
Una pena...más de 50 minutos para comer...un desastre...no recomiendo...la dueña maja...pero de lo majo no se come...un simpa...nadie se entera..vamos un desastre de organización...
Mal trato del personal. Hubo que pedir dos veces porque a la primera no se enteraron y a la hora de cobrarnos quejándose por pagar con tarjeta de una manera muy desagradable. Para no volver
El sitio muy bien. Los camareros muy simpáticos y correctos aunque algo lentos. La comida bien, caliente y en su punto. Se podía mejorar todo.
Muy poco profesionales, acudimos al local personalmente para reservar una mesa, nos la aseguraron. Cuando llegamos a la hora reservada nos dijeron (de muy malas maneras y el mismo cammaero que nos había tomado la reserva) que todo estaba ocupado y que no nos habían guardado mesa, que si queríamos nos podíamos sentar a comer fuera (estaba lloviendo y no estaba techado completamente, todo empapado).
Por otra parte, el café (que fue lo único que tomamos) sabía a quemado.
Poco recomendable.
La comida estaba muy buena aunque los platos no son muy abundantes.
El lugar fantástico con vistas a la piscina natural de cuartos.
Todo estaba muy limpio, y la atención fue muy buena.
¡Un sitio muy recomendable!
Lo pasamos genial. Mientras veíamos a los camareros de una mesa para otra como pollos sin cabeza, escuchábamos las quejas de las mesas por la tardanza y la desorganización. La comida aceptable. Los camareros son majos. Si vas con tiempo, paciencia y buen humor lo pasarás bien
Excelente comida casera en espaciosa terraza con vistas y Mónica una gran persona, sencilla y cariñosa. Gracias por todo desde Ciudad Real. AnaLuna y Juan. Y los perritos Noa y Balu. Un abrazo. Hasta pronto.