Una buena paella con muy buenos entrantes. Demasiados clientes para tan pocos camareros.
La paella estuvo muy rica aunque un tanto escasa de piezas, pudo estar mejor servida.
Estuvimos en terraza y el chico que nos atendió nos trató con bastante desprecio, era evidente la diferencia con otras mesas. Fue incómodo e inexplicable.
El pulpo a la brasa es un (1) tentáculo partido a la mitad y cuesta 18 euros, no te digo más.
El lugar está bien pero tiene sus detalles.
Un restaurante familiar, limpio, servicio y comida formidable.
Comida típicamente Valenciana las paellas todas a leña, el servicio estupendo sobre todo un camarero Víctor rápido limpio buena persona, sige asi
Muy castizo, muy rico todo.
Espectacular. Comida casera. Precios buenos. Un entorno fantástico. Volveré