Buenisima la recomendacion de la camarera, pincho de tortilla de patatas, un 10 cafe y servicio perfecto, gracias por la profesionalidad del servicio y la simpatia de la camarera, creo que se llama (Olga un 10)
Hemos venido de visita unos días y hemos desayunado en esta pastelería. La camarera nos ha atendido muy bien pero la señora que cobraba no tiene vergüenza. Estaba manteniendo una conversación personal con un hombre y me ha tenido más de 20 min esperando para poder pagarle. Observando que mis niños lloraban y le daba igual. Esta conversación la mantenía en catalán ignorando que en este mismo pueblo curse mi educación secundaria y lo entiendo a la perfección. Por fin cuando le digo que o me cobraba o me iba me ha cobrado mirándome muy malamente y he pagado un desayuno a precio de oro. Que por esto no me quejo ya que cada cual pone precio a sus productos. Pero la poca humanidad, empatía… me ha hecho sentirme muy mal. De verdad que nadie merece ser tratado así sea de donde sea.
Un desastre! Estan desbordats amb el servei de la terrassa, falta personal qualificat i la que sembla la mestressa quina cara de pomes agres.
El lugar es un lugar abierto y soleado candente en cantidad de personas, muy pero muy muy bien ubicado donde normalmente la gente concurre y aunque es un lugar pésimo para conocer gente es el lugar ideal para tomar cualquier desayuno o almuerzo.
Utilizamos esta granja para coger fuerzas para hacer excursiones por la zona.
Buen surtido de pastas
La señora que te cobra tiene muy mal carácter, te habla seco y borde, voy de vez en cuando y el otro día aluciné como trato a dos señoras mayores por no dejarle la aceitera (por higiene tiene que ir en trarrinas dosificadas, como la mermelada y la mantequilla), me parece bastante caro todo para lo que es sinceramente, cada vez voy menos por el ambiente que hay detrás de la barra, me dan empatia las chicas que tiene allí y si a los clientes les habla mal a las camareras no quiero saberlo.
Todo ha estado muy rico!!
Hemos pedido un café con leche y un bikini, ha estado delicioso 😋
Seguro que volveremos otro día.
Una cafetería donde no permiten pagar con tarjeta. Manejan monedas, billetes, su móvil tazas y alimentos al mismo tiempo, sin lavarse las manos. No hay suficiente separación entre mesas, un agobio. Se permite fumar y es muy desagradable tener al lado a grupos constantemente fumando. Mesas sin recoger la vajilla, con colillas. Un lugar desaconsejable. Pongo una estrella pero debería ser cero 0.
Esta al lado del campo de fútbol de Martorell se almuerza muy bien