Fuimos una amiga y yo a tomar algo antes de ir a cenar y la verdad es que aquello estaba a tope..(viernes)
En cuanto se quedó una mesa libre, nos la prepararon enseguida.
La verdad es que el chico y la chica que había allí fueron muy amables y agradables en todo momento.
El sitio es acogedor y ponen unas lamparitas que lo hacen muy chulo. El sitio, está subiendo unas calles del Dalt Vila.
El bar por dentro es pequeñito, y lleno de firmas d gente que ha pasado por el bar , pedimos permiso para dejar nuestra firma y nos dejaron.
Sin duda un sitio muy recomendable. Un saludo para Kristof y Maya que es como se llamaban los camareros.
Gracias por hacer que pasáramos un rato agradable.